domingo, 22 de febrero de 2009

19 DIAS Y 500 NOCHES

  1. Ahora que…
  2. 19 días y 500 noches
  3. Barbi Superestar
  4. Una canción para la Magdalena
  5. Dieguitos y Mafaldas
  6. A mis cuarenta y diez
  7. El caso de la rubia platino
  8. Donde habita el olvido
  9. Nos sobran los motivos
  10. La Biblia y el calefón
  11. Pero qué hermosas eran
  12. De purísima y oro
  13. Como te digo una "co" te digo la "o"
  14. Noches de boda

CANCION ELEGIDA:
DIEGUITOS Y MAFALDAS
Veinte años cosidos a retazos
de urgencias, disimulos y rutinas,
veinte años cumplidos, en mis brazos,
con la carne del alma de gallina.
Veinte años de príncipes azules
que se marchaban antes de llegar,
veinte tangos de Manzi en los baúles,
veinte siglos sin cartas de papá.
De González Catán, en colectivo,
a la cancha de Boca, por Laguna,
va soñando -”Hoy ganamos el partido”-
la niña de los ojos de la luna.
Los muchachos de “la doce” más violentos,
cuando la “junan”, en la Bombonera,
le piden, a la Virgen de los Vientos,
que, le levante, a Paula, la pollera.
Veinte años de mitos mal curados
dibujando Dieguitos y Mafaldas,
veinte vidas hubiera yo tardado
en contar los lunares de su espalda.
Le debo una canción y algunos besos
que valen más que el oro del Perú,
sus huesos son sobrinos de mis huesos,
sus lágrimas los clavos de mi cruz.
De González Catán, en colectivo,
a la cancha de Boca, por Laguna,
va soñando -”Hoy ganamos el partido”-
la “jermu” que me engaña con la luna.
Alguna vez harán un monumento
los de la barra brava a mi “bostera”,
y, una ermita, a la Virgen de los Vientos,
que, le levanta, a Paula la pollera.
De González Catán a Tirso de Molina, qué trajín,
de España a la Argentina, qué meneo
qué vaivén, qué ajetreo
qué mareo, qué ruina
¿y por culpa de quién?
del amor de una mina,
¿y total para qué?
si, al final, se rajó con un pibe,
que le prohíbe a mi ex
ir a verme al Gran Rex,
cuando estoy de visita,
no sea que Paulita se ponga a llorar,
al oír su milonga,
no sea que a Paulita le dé por bailar,
al compás de la conga
y vuelva enfermita a González Catán
y no se reponga
y se ponga más loca de lo habitual,
bendita pollera,
menuda bandera para una canción
¡y que delantera!
aquel año Boca salió campeón,
de la Bombonera,
ninguna bostera se puede quejar
aunque le sobre razón, si
pinta remeras con el corazón
y con las caderas,
le toca a Palermo tocar el balón,
“la doce” se altera,
le toca al gallego tocar este son…
para una bostera
el año que Boca salió campeón,
en la Bombonera.

COMENTARIO: Preciosa canción de Joaquín, una de las pocas en las que sabemos que nos está contando una historia real. Dedicada a Paula, su novia argentina. Una chica mucho más joven que él con la que vivió una historia de amor lo bastante intensa como para dedicarle un par de canciones. Paula existe, aunque Joaquín muchas veces se niega a hablar de ella y otras tantas lamenta no haberla mencionado. Parece que Joaquín no puede vivir sin enamorarse de Buenos Aires y en Buenos Aires. Esta canción también es una de las preferidas por el público que escucha a Sabina, quizás porque es una ventana que nos abre para meternos en su intimidad, en su corazón y porque escuchándola también podemos contar los lunares de Paula. Con un rimo pegadizo, un estribillo intachable, es una buena forma de meternos en la intimidad de Joaquín y de paso, divertirnos un rato. Diego Maradona y Mafalda, dos referentes de nuestro país, dos íconos de Argentina, cobran vida en este hermoso poema hecho canción.

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