martes, 10 de febrero de 2009

INVENTARIO

  1. Inventario
  2. Tratado de impaciencia número 10
  3. Tango del quinielista
  4. 1968
  5. 40 Orsett Terrace
  6. Romance de la gentil dama y el rústico pastor
  7. Donde dijeron digo decid Diego
  8. Canción para las manos de un soldado
  9. Palabras como cuerpos
  10. Mi vecino de arriba

CANCION ELEGIDA:
INVENTARIO
Las cosas que me dices cuando callas
los pájaros que anidan en tus manos
el hueco de tu cuerpo entre las sábanas
el tiempo que pasamos insultándonos.
El miedo a la vejez y a los almanaques
lo taxis que corrían despavoridos
la dignidad perdida en cualquier parte
el violinista loco, los abrigos.
Las lunas que he besado yo en tus ojos
el denso olor a semen desbordado
la historia que se mofa de nosotros
las bragas que olvidaste en el armario.
El espacio que ocupas en mi alma
la muñeca salvada del incendio
la locura acechando agazapada.
La batalla diaria entre dos cuerpos
mi habitación con su cartel de toros
el llanto en las esquinas del olvido
las cenizas que quedan, los despojos
del hijo que jamás hemos tenido.
El tiempo del dolor, los agujeros
el gato que maullaba en el tejado
el pasado ladrando como un perro
el exilio, la dicha, los retratos.
La lluvia, el desamparo, los discursos
los papeles que nunca nos unieron
la redención que busco entre tus muslos
tu nombre en la cubierta del cuaderno.
Tu modo de abrigarme el corazón
la celda que ocupaste en una cárcel
mi barca a la deriva, mi canción
el bramido del viento entre los árboles.
El silencio que eximes como un muro
tantas cosas hermosas que se han muerto
el tiránico imperio del absurdo
los oscuros desvanes del deseo.
El padre que murió cuando eras niña
el beso que se pudre en nuestros labios
la cal de las paredes, la desidia
la playa que habitaban los gusanos.
El naufragio de tantas certidumbres
el derrumbe de dioses y de mitos
la oscuridad en torno como un túnel
la cama navegando en el vacío.
El desmoronamiento de la casa
el sexo rescatándonos del débil
el grito que horadó la madrugada
el amor como un rito en torno al juego.
El insomnio, la ausencia, las colillas
el arduo aprendizaje del respeto
las heridas que ya ni Dios nos quita
la mierda que arrastramos sin remedio.
Todo lo que nos dieron y quitaron
los años transcurridos tan deprisa
el pan que compartimos, las caricias
el peso que llevamos en las manos.

COMENTARIO:
Escuchar esta canción es sumergirse de lleno en la más profunda de las melancolías. Cada frase es un poema en sí mismo y Joaquín logra transmitir la gran nostalgia que dejan las ausencias. Un repaso de todas las cosas que se extrañan cuando “él” o “ella” deciden que no somos lo suficientemente buenos como para quedarse a nuestro lado para siempre. O cuando “él” o “ella” están, pero mucho menos de lo que nosotros quisiéramos que estén. El amor y el dolor, mezclados de un modo imposible de imitar, en un inventario que repasa paso a paso, lo que más queremos y lo que más odiamos. Es inevitable al escucharla, que cada uno haga su propio “inventario”. Eso es lo genial de Sabina… Logra llevarnos al sitio al que él quiere, casi sin proponérselo.

1 comentario:

  1. Sabina suele renegar de este disco porque no tuvo el control musical que deseaba, pero dejando de lado el ego del maestro, estamos ante un trabajo estimable y curioso. Las melodías no son el acabose pero pegan bien con las letras, y la pluma de Joaquín ya estaba afilada, aunque sin alcanzar la excelencia de trabajos posteriores. Se echa de menos su cinismo tan característico (apenas perceptible en Tratado de impaciencia número 10) y algo de elegancia en las rimas, pero aún así es un buen debut.

    Coincido en que la mejor canción es Inventario. La contracara es Mi vecino de arriba, que no vale nada.

    Saludos, Gonzalo.

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