domingo, 15 de febrero de 2009

HOTEL, DULCE HOTEL

  1. Así estoy yo son ti
  2. Pacto entre caballeros
  3. Que se llama Soledad
  4. Besos de Judas
  5. Oiga, doctor
  6. Amores eternos
  7. Mónica
  8. Cuernos
  9. Hotel, dulce hotel

CANCION ELEGIDA:
PACTO ENTRE CABALLEROS
No pasaba de los veinte
el mayor de los tres chicos
que vinieron a atracarme el mes pasado.
“Subvenciónanos un pico
y no te hagas el valiente
que me pongo muy nervioso si me enfado.”
Me pillaron diez quinientas
y un peluco marca Omega
con un pincho de cocina en la garganta,
pero el bizco se dio cuenta
y me dijo -”oye, colega,
te pareces al Sabina, ese que canta.”
Era una noche cualquiera,
puede ser que fuera trece,
¿qué más da? pudiera ser que fuera martes.
Sólo se que algunas veces
cuando menos te lo esperas
el diablo va y se pone de tu parte.
-”Este encuentro hay que mojarlo
con jarabe de litrona,
compañeros antes de que cante el gallo”-
-”Tranquilo, tronco, perdona,
y un trago pa celebrarlo”-
los tres iban hasta el culo de caballo.
A una barra americana
me llevaron por la cara,
no dejaron que pagara ni una ronda,
controlaban tres fulanas
pero a mí me reservaban
los encantos de “Maruja la cachonda”.
Nos pusimos como motos,
con la birra y los canutos
se cortaron de meterse algo más fuerte;
nos hicimos unas fotos
de cabina en tres minutos,
parecemos la cuadrilla de la muerte.
Protegidos por la luna
cogieron prestado un coche,
me dejaron en mi queli y se borraron
por las venas de la noche
-”Enróllate y haznos una
copla guapa de la tuyas”- me gritaron.
Me devolvieron intacto,
con un guiño mi dinero,
la cadena, la cartera y el reloj;
yo, que siempre cumplo un pacto
cuando es entre caballeros,
les tenía que escribir esta canción.
Hoy venía en el diario
el careto del más alto,
no lo había vuelto a ver desde aquel día;
escapaba del asalto
al chalé de un millonario
y en la puerta le esperó la policía.
Mucha, mucha policía…


COMENTARIO: Traten de encontrar poesía en un intento de robo… Verán que es prácticamente imposible. Sin embargo, Joaquín lo consigue. Logra contarnos la historia de un asalto frustrado con gracia, picardía y poesía. En varias entrevistas se lo preguntaron y él nunca dejó claro si la canción refleja un hecho real. A Joaquín le gusta caminar ese fino límite entre la verdad y la mentira y solamente dice que algo de lo que cuenta “Pacto entre caballeros” en verdad pasó, sin aclarar mucho más. Los fanáticos de Sabina tampoco lo necesitamos. Encontrar la verdad absoluta sería desafiar las leyes implícitas que llevan sus canciones. Lo que cuenta Joaquín hay que creerlo, o no, pero nunca cuestionarlo. Esta es una de las canciones con las que el público más se agita en los bares. Su estribillo es coreado a viva voz en cada uno de los recitales que él ofrece o cuando las bandas tributo lo versionan. El “mucha mucha policía” se repite incansablemente, hasta dejar a más de un fanático absolutamente disfónico. Una vez más, los malos pasan a ser buenos y aquello que podía ser una tragedia, se convierte en algo de lo que Joaquín se ríe. De todos modos, uno supone que a él le cuesta mucho menos cumplir un pacto hecho con aquellos presuntos ladrones que con la propia policía.

No hay comentarios:

Publicar un comentario