miércoles, 4 de marzo de 2009

ESTA NOCHE CONTIGO

Que no arranquen los coches,
que se detengan todas las factorías,
que la ciudad se llene de largas noches
y calles frías.
Que se enciendan las velas,
que se cierren los teatros y los hoteles,
que se queden dormidos los centinelas
en los cuarteles.
Que se mojen las balas,
que se borren las fotos de las revistas,
que se coman a besos a las colegialas
a los artistas.
Que se toque la gente,
que no lleguen los trenes a la frontera,
que sean cariñosas con los clientes
las camareras.
Porque voy a salir esta noche contigo
se quedarán sin beatas las catedrales
y seremos dos gatos al abrigo
de los portales.
Que se enfaden las flores,
que vuelven las cigüeñas al calendario,
que sufran por amores los dictadores
y los notarios.
Que se muera el olvido,
que se escondan las llaves de los juzgados,
que se acuerde Cupido de los maridos
abandonados.
Cuando llegue por fin mi mensaje
a tus manos, en la gasolinera
vieja esperaré;
y tomaremos juntos al abordaje
la carretera
que te conté.
Dejaremos colgada
la caprichosa luna sobre los cines
y las estatuas públicas derribadas
en los jardines...


GONZALO TORRES ARGÜELLO. 45 AÑOS. ARGENTINA.

Si tengo que recordar con muchísima emoción una canción de Sabina, sin duda es "ESTA NOCHE CONTIGO". Las razones son varias:
1) Yo ya era un fanático de Sabina y había conseguido el casette "ESTA BOCA ES MIA" apenas salió al mercado. En ese momento, Joaquín no tenía aún la popularidad que goza hoy, y yo era uno de los pocos fanáticos visibles (estoy seguro de que éramos muchos los invisibles) que nos derretíamos con sus letras. Nos desarmábamos escuchando esa poesía rebelde, romántica, distinta, provocadora, sensual y sexual, revolucionaria, y por sobre todo, políticamente incorrecta.
2) Además, yo, en ese entonces "recién separado" transitaba "las largas noches y calles frías" de Buenos Aires, jugándome una y otra oportunidad que se me presentaba intentando romper la soledad del recién separado. Y Joaquín viajaba en el auto conmigo, siendo cómplice y promotor de mis "trabajos debajo de las faldas". Y pedía directamente por mí: "que se acuerde Cupido de los maridos abandonados".
3) Finalmente, Joaquín nos visita en Buenos Aires, y por supuesto fui al Opera a verlo. Mi hija, camino al teatro con apenas 4 años, cantaba: "Que no arranquen los coches... que se detengan todas las factorías... porque voy a salir esta noche contigo".Gracias Joaquín por ser mi cómplice todos aquellos años!

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